Comunicación
UNEXCA exige medidas eficaces para evitar los robos de aceitunas en fincas y cooperativas, donde se han sustraído más de 30.000 kilos en los últimos días
Pide que se controlen los puestos de compra de aceitunas ante la creciente inquietud por la sucesión de robos
La Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias (UNEXCA) aboga por el establecimiento de medidas eficaces, entre las que se incluye un control a los puestos de compra de aceituna, para evitar los robos de este producto que se producen cada campaña en las explotaciones y cooperativas extremeñas, donde en los últimos días se han sustraído alrededor de 30.000 kilos.
Estos robos se han producido en una explotación de olivar de Arroyo de San Serván, donde han robado más de 3.000 kilos de aceitunas, causando además graves destrozos en la parte vegetal con la consiguiente merma de producción para próximas campañas, y donde un par de días después robaron otros 1.800 kilos de aceitunas. Igualmente, en las instalaciones de la cooperativa del Campo San Pedro en la localidad de Oliva de Mérida han robado 11.200 kilos de aceitunas, además de 15.500 kilos en fincas de dos socios de esta cooperativa. Esta situación ha generado una creciente inquietud entre los productores, toda vez que se suma un nuevo robo en Calamonte a un agricultor socio de la cooperativa de esta localidad que ha superado los 2.000 kilos de aceitunas.
Intensificar el control de los puestos de compra de aceituna es una de las medidas propuestas por UNEXCA en la reunión mantenida recientemente con la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, y representantes de la Guardia Civil, así como la de exigir el registro oleico a quien transporte aceituna.
"La Guardia Civil no puede saber si las aceitunas que transporta alguien en su remolque son suyas o robadas, de ahí que se exija a quien transporte aceitunas que lleve un registro oleico donde se indique el origen y destino de las aceitunas, además de la titularidad de la explotación de la que proceden", asegura el vicepresidente de Unexca, Calixto Gajardo.
Con este registro se controlaría así la procedencia de las aceitunas, "de forma que se pueda controlar, ante las sospechas, que un remolque que procede de Solana de los Barros, por ejemplo, no esté lleno de aceitunas por la zona de Mérida", añade Gajardo, quien explica además que con este documento, al indicar el origen de las aceitunas, se conocería el número de olivos de la explotación, "haciendo más fácil que llame la atención que alguien con, por ejemplo 20 olivos tenga una producción de más de 11.000 kilos, como han robado en Oliva de Mérida".
"Se trata, en definitiva, de exigir a quien transporte aceitunas un documento que recoja toda esta información, permitiendo a la Guardia Civil identificar, en un control, al transportista, al agricultor y el origen y procedencia de las aceitunas", agrega.
Junto al registro oleico y a un mayor control en los puestos de compra de aceitunas, UNEXCA defiende que sea una comisión u organismo competente quien autorice el rebusco de aceitunas que quedan en el campo tras la cosecha en lugar de los ayuntamientos, tal y como sucede actualmente.
Esta situación hace que si un ayuntamiento autoriza rebusco en su zona y ésta limita con otra donde aún se encuentran en campaña, toda vez que aumenta la coexistencia de distintas variedades de aceituna, se aproveche la coyuntura para robar en esa zona donde aún están recogiendo la aceituna.
"El verdeo se termina en noviembre, pero hay otras variedades como la marteña, que está muy extendida, que aún se encuentra en campaña. Si se autoriza el rebusco en una zona que limita con la que continúa en campaña, es fácil aprovechar para robar", indica el vicepresidente de Unexca.
De este modo, se apuesta por un arbitraje de medidas eficaces entre ayuntamientos, Guardia Civil, Junta de Extremadura y los propios agricultores para que se actúe de forma conjunta y se eviten estos problemas con disposiciones como el registro oleico, el control de los puestos de compra de aceituna y la regularización de la autorización de rebusco.
Últimos casos
Entre los últimos robos de aceitunas registrados se encuentra el de alrededor de 3.000 kilos de aceitunas en 200 olivos de una finca de Arroyo de San Serván, con un importante destrozo además en los olivos que supone una merma del 50% de la cosecha para los próximos años.
En esta misma finca robaron en la madrugada del miércoles al jueves pasado 1.800 kilos de aceitunas en 60 olivos, denunado también ante la Guardia Civil en esta misma mañana. A lo que se une el robo de 2.000 kilos de aceitunas a un agricultor socio de la cooperativa de Calamonte.
Igualmente, la Cooperativa del Campo San Pedro sufrió en la madrugada del 5 al 6 de diciembre pasado un robo en sus instalaciones de Oliva de Mérida de 11.200 kilos de aceitunas, además de un ordenador.
La cooperativa dio parte del robo y presentó la denuncia pertinente ante la Guardia Civil, remitiendo además un escrito firmado por su Consejo Rector a la Delegación del Gobierno solicitando una respuesta inmediata a esta oleada de robos, que está generando además una creciente inquietud entre los productores.
Según la Cooperativa del Campo San Pedro estos robos han pasado de cantidades relativamente pequeñas en años anteriores a cantidades importantes como las que se están denunciando.
Dos socios de esta cooperativa han sufrido también robos en sus fincas, el último el pasado martes, ascendiendo a 11.000 kilos de aceitunas. El anterior robo fue a otro socio de la cooperativa, con 4.500 kilos de aceitunas robadas.
Estos robos se han producido en una explotación de olivar de Arroyo de San Serván, donde han robado más de 3.000 kilos de aceitunas, causando además graves destrozos en la parte vegetal con la consiguiente merma de producción para próximas campañas, y donde un par de días después robaron otros 1.800 kilos de aceitunas. Igualmente, en las instalaciones de la cooperativa del Campo San Pedro en la localidad de Oliva de Mérida han robado 11.200 kilos de aceitunas, además de 15.500 kilos en fincas de dos socios de esta cooperativa. Esta situación ha generado una creciente inquietud entre los productores, toda vez que se suma un nuevo robo en Calamonte a un agricultor socio de la cooperativa de esta localidad que ha superado los 2.000 kilos de aceitunas.
Intensificar el control de los puestos de compra de aceituna es una de las medidas propuestas por UNEXCA en la reunión mantenida recientemente con la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, y representantes de la Guardia Civil, así como la de exigir el registro oleico a quien transporte aceituna.
"La Guardia Civil no puede saber si las aceitunas que transporta alguien en su remolque son suyas o robadas, de ahí que se exija a quien transporte aceitunas que lleve un registro oleico donde se indique el origen y destino de las aceitunas, además de la titularidad de la explotación de la que proceden", asegura el vicepresidente de Unexca, Calixto Gajardo.
Con este registro se controlaría así la procedencia de las aceitunas, "de forma que se pueda controlar, ante las sospechas, que un remolque que procede de Solana de los Barros, por ejemplo, no esté lleno de aceitunas por la zona de Mérida", añade Gajardo, quien explica además que con este documento, al indicar el origen de las aceitunas, se conocería el número de olivos de la explotación, "haciendo más fácil que llame la atención que alguien con, por ejemplo 20 olivos tenga una producción de más de 11.000 kilos, como han robado en Oliva de Mérida".
"Se trata, en definitiva, de exigir a quien transporte aceitunas un documento que recoja toda esta información, permitiendo a la Guardia Civil identificar, en un control, al transportista, al agricultor y el origen y procedencia de las aceitunas", agrega.
Junto al registro oleico y a un mayor control en los puestos de compra de aceitunas, UNEXCA defiende que sea una comisión u organismo competente quien autorice el rebusco de aceitunas que quedan en el campo tras la cosecha en lugar de los ayuntamientos, tal y como sucede actualmente.
Esta situación hace que si un ayuntamiento autoriza rebusco en su zona y ésta limita con otra donde aún se encuentran en campaña, toda vez que aumenta la coexistencia de distintas variedades de aceituna, se aproveche la coyuntura para robar en esa zona donde aún están recogiendo la aceituna.
"El verdeo se termina en noviembre, pero hay otras variedades como la marteña, que está muy extendida, que aún se encuentra en campaña. Si se autoriza el rebusco en una zona que limita con la que continúa en campaña, es fácil aprovechar para robar", indica el vicepresidente de Unexca.
De este modo, se apuesta por un arbitraje de medidas eficaces entre ayuntamientos, Guardia Civil, Junta de Extremadura y los propios agricultores para que se actúe de forma conjunta y se eviten estos problemas con disposiciones como el registro oleico, el control de los puestos de compra de aceituna y la regularización de la autorización de rebusco.
Últimos casos
Entre los últimos robos de aceitunas registrados se encuentra el de alrededor de 3.000 kilos de aceitunas en 200 olivos de una finca de Arroyo de San Serván, con un importante destrozo además en los olivos que supone una merma del 50% de la cosecha para los próximos años.
En esta misma finca robaron en la madrugada del miércoles al jueves pasado 1.800 kilos de aceitunas en 60 olivos, denunado también ante la Guardia Civil en esta misma mañana. A lo que se une el robo de 2.000 kilos de aceitunas a un agricultor socio de la cooperativa de Calamonte.
Igualmente, la Cooperativa del Campo San Pedro sufrió en la madrugada del 5 al 6 de diciembre pasado un robo en sus instalaciones de Oliva de Mérida de 11.200 kilos de aceitunas, además de un ordenador.
La cooperativa dio parte del robo y presentó la denuncia pertinente ante la Guardia Civil, remitiendo además un escrito firmado por su Consejo Rector a la Delegación del Gobierno solicitando una respuesta inmediata a esta oleada de robos, que está generando además una creciente inquietud entre los productores.
Según la Cooperativa del Campo San Pedro estos robos han pasado de cantidades relativamente pequeñas en años anteriores a cantidades importantes como las que se están denunciando.
Dos socios de esta cooperativa han sufrido también robos en sus fincas, el último el pasado martes, ascendiendo a 11.000 kilos de aceitunas. El anterior robo fue a otro socio de la cooperativa, con 4.500 kilos de aceitunas robadas.