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Vendimia atípica
La falta de lluvias ha provocado esta situación. Y ya van dos años hablando de sequía en la vendimia, que lo que hace es provocar un importante estrés hídrico en las vides de forma que tenemos rendimientos muy bajos y una uva con menos grados
Este mes de septiembre es tradicionalmente un mes de vendimia, que en Extremadura iniciamos con unas estimaciones de producción muy similares a las de campañas pasadas. Sin embargo, con la vendimia prácticamente finalizada, los datos de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura apuntan a que esta será la más baja en los últimos 15 años.
Hasta ahora teníamos como referencia la campaña de 2017, que con 2,8 millones de hectolitros es la de menor producción en Extremadura según nuestro histórico de datos. La previsión para esta vendimia que tenemos en la Sectorial Vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura es de 2,5 millones de hectolitros, por debajo de la producción de ese año y un 17% menos respecto a la pasada campaña.
La falta de lluvias ha provocado esta situación. Y ya van dos años hablando de sequía en la vendimia, que lo que hace es provocar un importante estrés hídrico en las vides de forma que tenemos rendimientos muy bajos y una uva con menos grados.
El problema que encontramos es el precio. Normalmente, si hay una vendimia escasa de producción, el mercado se regula. Pero esta merma en nuestra región no es generalizada en España y, por tanto, los precios no se regulan. Algo que se ha visto agravado además por la repercusión de la bajada de consumo de vino, ya que el canal Horeca no termina de recuperarse del todo.
Estamos en una vendimia totalmente atípica, en la que lo único estable es la tradicional polémica de poner a las cooperativas en el punto de mira por el precio de la uva cuando las cooperativas ni siquiera hablamos de ello porque no compramos uva. Vendemos vino con la uva que aportan nuestros agricultores socios que, por cierto, son los que constituyen la cooperativa y dueños de la misma.
Las cooperativas recogen toda la cosecha de sus socios, elaboran con ella vinos de calidad y los venden para intentar lograr el mayor valor añadido.
Por tanto, las cooperativas son, hoy por hoy, la mejor herramienta que tienen los agricultores y ganaderos para defender su producción.
Muestra de ello es que las cooperativas pertenecientes a la Sectorial Vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura producen en torno al 68% de la producción regional -aproximadamente un 38% de vinos tintos y un 62% de vinos blancos-, de forma que representa el 90% del sector regional estructurado y el 100% de la producción de mosto
Desde esta Sectorial Vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura seguimos trabajando por el sector. Defendemos la necesidad de apostar por nuevas variedades, que le den un toque distinto a los vinos extremeños, que les diferencia.
Y ya hemos planteado diversas acciones a largo plazo que solucionen el problema estructural del sector. Esto sin descartar que se pongan en marcha de nuevo medidas excepcionales como las de destilación de crisis o almacenamiento privado, que son las que permitieron salvar los muebles y terminar la pasada campaña de forma aceptable sin más. Unas medidas que, en principio, han sido eficaces y nos han permitido continuar la labor esta campaña. Sí es cierto que en Extremadura no teníamos mucho stock, pero al final también afecta la situación en la que se encuentran otras comunidades.
Destaca la vendimia en verde, que en nuestra región se ha puesto en marcha por primera vez aunque sea en pocas hectáreas; y la destilación de crisis que pedíamos desde Cooperativas Agro-alimentarias, destinada a uso industrial (para geles hidroalcohólicos o biodiesel, entre otros) y no para uso de boca.
Si estas medidas se van a volver a activar, lo mejor sería que fuese lo antes posible, antes de que los precios estén más bajos. Si realmente se quiere regular el mercado, deberían activarse cuanto antes sin que nos demoremos hasta el año 2021 porque ‘a toro pasado’ es difícil compensar el año. Por último, y en esta línea, sería deseable también que la Administración aportase fondos extraordinarios para que no haya más recortes en la línea de reestructuración del programa de apoyo nacional al vino.