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Volver a respirar
El sector de cultivos herbáceos en Extremadura parece que empieza a respirar esta campaña, al recuperar la normalidad tras dos cosechas que han estado marcadas por una producción muy baja. Este año esperamos una producción de 1.280.389 toneladas, según las estimaciones que hemos realizado en Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura.
Así que respiramos aliviados, porque esa estimación supone un incremento del 225% después de que la producción del año pasado sólo superara las 393.000 toneladas y que el anterior fuesen poco más de 760.000 toneladas.
Desglosando la campaña por cultivos, la previsión que tenemos en Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura es que la producción de trigo blando sea de 358.291 toneladas y la de trigo duro, de 12.957 toneladas. A ello se suma el maíz, con una estimación de 376.776 toneladas de producción que nos sitúan como la tercera comunidad autónoma productora. Siguiendo con el desglose, se prevé una cosecha de 254.464 toneladas de cebada, de 196.384 toneladas de avena y 81.517 toneladas de triticale.
Datos que nada tienen que ver con la pasada campaña, con un fuerte contraste respecto a las dos últimas, en las que la caída de la producción se debió a la sequía padecida, poniendo de manifiesto la necesidad de buscar nuevas técnicas y soluciones que mejoren el rendimiento de los cultivos y hagan frente a los desafíos del cambio climático. Sin duda, la investigación, la mejora genética y las nuevas variedades, son las claves que tiene el sector para mejorar sus rendimientos, así como unas políticas adecuadas de gestión del agua que garanticen el acceso sostenible a recursos hídricos adecuados para la agricultura.
No debemos olvidar este punto nunca, ni siquiera en una campaña de cereales como la actual, marcada por la normalidad. Los buenos datos para Extremadura en producción de cereales se deben a la meteorología propicia registrada durante los últimos meses. La lluvia registrada ha ayudado a tener una primavera muy buena, en la que además las temperaturas que hemos tenido han beneficiado a los cultivos herbáceos. Todo ello ha permitido un óptimo desarrollo de las plantas y, con ello, la obtención de producciones importantes en este sector, que parece estar recuperándose.
Una situación que alivia más aún si tenemos en cuenta que se da de forma generalizada en toda España, con una estimación de cosecha que alcanzará los 22,5 millones de toneladas, repartidas en 5,6 millones de hectáreas. Y es que la climatología ha favorecido el desarrollo de los cereales en casi toda España. En los meses más críticos para el llenado del grano, que son abril y mayo, no se ha producido estrés hídrico, por lo que el grano en la espiga se ha ido formando sin alteraciones, dando lugar a los buenos rendimientos de esta cosecha 2024.
Las dos anteriores cosechas han mostrado las dificultades de la producción de cereales y la amenaza del cambio climático, con el aumento de la temperatura, acompañada de sequía, que provocaron duros efectos con una fuerte caída de los rendimientos.
Sin embargo, si todo sigue como hasta ahora, en Extremadura esperamos buenos rendimientos en todas las producciones. Unos rendimientos de toneladas producidas por hectárea que superan incluso la media nacional. Nuestros cálculos apuntan a un rendimiento medio de 5 toneladas por hectárea, en una campaña con 255.606 hectáreas dedicadas a los cultivos herbáceos. De esa superficie, destacan las 79.620 hectáreas en las que se cultiva trigo blando, las 70.137 hectáreas de avena y las 53.013 hectáreas de cebada.
Estos buenos rendimientos esperados no quieren decir otra cosa que la calidad de la producción va a ser muy buena. Y eso ayudará a que nos vayamos recuperando, aunque sea poco a poco. A eso puede ayudar también que los precios acompañen para poder garantizar la rentabilidad de nuestras explotaciones agrícolas tras el achuchón de las dos últimas campañas y que no dependamos de un futuro incierto.