Es la segunda previsión realizada por la federación que aglutina a las cooperativas de la región y representa un descenso del 36,68% respecto a la producción regional del año pasado.
Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura prevé una cosecha de cereales de 883.083 toneladas, según las segundas estimaciones realizadas por la federación que aglutina a las cooperativas de la región, lo que representa un descenso de casi 40.900 toneladas respecto a las primeras previsiones realizadas el pasado mes de junio y del 36,68% respecto a la producción regional del año pasado.
Los datos de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura reflejan que en la región se cultivará una superficie de 297.713 hectáreas dedicadas a cereales, con una previsión de descenso en la producción de todos los cereales debido a la bajada de rendimientos esperados.
Tal y como ha destacado el presidente sectorial de herbáceos, Juan Carlos Bermejo, “Es una de las cosechas de cereales más cortas de los últimos años, debido a la falta de lluvia y a las altas temperaturas registradas durante los meses de mayo y junio”, valora el presidente de la Sectorial de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, Fermín Suárez, quien lamenta además “los bajos precios que percibimos los agricultores por nuestra producción, que de seguir así provocarán que muchas de nuestras zonas cerealistas se quedarán desérticas y nuestros pueblos desaparecerán”.
El cultivo de avena es el que registra el mayor descenso de producción respecto a la anterior campaña, en concreto del 75,76%, con una previsión de cosecha de 49.798 toneladas, muy lejos de las 205.461 toneladas del año pasado. Tras él se sitúan el cultivo de trigo duro, del que se prevé una producción de 10.64 toneladas, y el cultivo de trigo blando, con una estimación de de producción de 114.933 toneladas, cifras que lo que representan un descenso del 69,95% y del 56,70% respectivamente al compararlas con las de la pasada cosecha.
Por otro lado, se prevé también un descenso del 51,62% en el cultivo de cebada, ya que Extremadura pasa de cosechar 234.868 toneladas del año pasado a prever una producción esta campaña de 113.619 toneladas.
Junto a ello, las estimaciones apuntan a una producción de 49.272 toneladas de triticale (-28,44%) y 372 toneladas de centeno (-47,37 4%).
Finalmente, la producción de maíz en Extremadura se estima en 545.023 toneladas, destinándose a este cultivo durante esta campaña 45.419 hectáreas con un rendimiento estimado de 12 toneladas por hectárea. Estas segundas estimaciones de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura suponen un incremento respecto a las primeras realizadas hace un mes, cuando la previsión era de 470.745 toneladas de producción de maíz. Aun así, representan un descenso del 6,97% al compararlas con las de la pasada campaña, aunque Extremadura continúa siendo la tercera región productora de maíz de España.
De esta forma, la producción total de cereales en Extremadura ascenderá a 883.083 toneladas, con un rendimiento previsto de 2,97 toneladas por hectárea, situando a Extremadura como séptima región productora de cereales, al aglutinar el 5,05% de la producción nacional.
Datos nacionales
La segunda estimación de la cosecha de cereales refleja que esta campaña se alcanzará en España 17,4 millones de toneladas, lo que supone un 27,3% menos con respecto a la pasada campaña y un 20,6% menos respecto a la media de los tres últimos años. Por cultivos, en trigo blando se alcanzarán los 4,34 millones de toneladas, en cebada 6,94 millones de toneladas, en maíz 3,56 millones de toneladas, en trigo duro 700.608 toneladas, en avena 859.445 toneladas, centeno 286.187 y triticale y otros 802.824 toneladas.
Cooperativas Agro-alimentarias de España destaca además que la cosecha española es muy importante para satisfacer la importantísima demanda de cereales que tiene España, más de 38 millones de toneladas. Este alto consumo, más de 3 millones de toneladas al mes, supone un gran reto para el sector cerealista español, que necesitará complementar la producción nacional con importaciones, lo que requiere un cambio en la forma de comercializar, más homogéneo y día a día como realizan las cooperativas.
Por otro lado, el sector del cereal se enfrenta a otro reto, el cambio climático y su impacto en los rendimientos. La frecuencia sostenida de temperaturas, por encima de las medias históricas, en los meses más críticos para el correcto final del ciclo del cereal, hace imprescindible disponer de variedades adaptadas a sequías más prolongadas y adaptadas a las subidas de temperatura. Desde Cooperativas Agro-alimentarias de España se considera fundamental trabajar con la mejora genética aportando los recursos necesarios para la investigación y mejora de variedades utilizando el uso de semillas certificadas. La semilla certificada y el correcto acondicionamiento del grano para siembra aportarán recursos que servirán para obtener nuevas variedades que mitiguen los impactos del cambio climático.Accede a todos los datos de estimación de la cosecha de cereales aquí.