La sinergia de las cooperativas para incrementar su competitividad, mantener su compromiso con las zonas rurales y mejorar la posición de profesionales del campo en la cadena alimentaria
Una cooperativa agroalimentaria es más que una empresa. Sus dueños son agricultoras, agricultores, ganaderas y ganaderos que la forman, que entregan su producción para que la cooperativa la transforme y la comercialice, lo que permite un mundo rural vivo y dinámico y supone valor añadido para toda Extremadura.
Los datos así lo demuestran, ya que las cooperativas asociadas a Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, como entidad que aglutina a estas cooperativas para impulsar su competitividad, aportan el 7% del PIB de Extremadura y representan el 50% del valor de las producciones agroganaderas extremeñas. A esto se suma el potencial exportador de las cooperativas, que aglutinan el 36% del total de las exportaciones registradas en Extremadura en el sector agroalimentario en 2019, último año del que se dispone de datos.
De ahí que Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura trabaje por impulsar el modelo productivo responsable de sus cooperativas asociadas, que se comprometen con el territorio donde se asientan y que apuestan por la innovación para el desarrollo sostenible de la región.
Profesionales de la agricultura y ganadería extremeñas dan salida a su producción a través de las cooperativas agroalimentarias, lo que les permite ser competitivos en el mercado y tener garantizada su renta y la sostenibilidad y crecimiento de sus explotaciones agrarias.
El apoyo al cooperativismo supone el apoyo al mundo rural en Extremadura. Son las empresas más importantes, si no es la única en muchos pueblos, en las que trabajan y de las que viven muchas familias. Las cooperativas dan numerosos servicios, crean empleo y riqueza y generan oportunidades de futuro en el medio rural para mantener la población.
Y es que las cooperativas son la única herramienta que consigue fortalecer a profesionales de la agricultura y la ganadería y que logra que sus explotaciones sean viables y rentables. Especialmente cuando se habla de precios justos, porque solo es el eslabón más débil en la cadena si va solo. Agrupados en torno a una cooperativa, el poder de negociación es mayor en un mercado muy competitivo.
Las cooperativas, como organizaciones de productoras y productores, son la mejor manera de mejorar su posición en esa cadena, porque dan más valor añadido a los productos del campo.
Junto a todo ello, una cooperativa agroalimentaria es más que una empresa también por ser de economía social, asentadas en los valores de igualdad, solidaridad y responsabilidad, en la que todas las personas asociadas participan en ella.
Extremadura cuenta así sistema cooperativo tan fuerte que le ha llevado a tener cinco cooperativas entre las principales de España en cuanto a facturación; cooperativas que exportan a todos los continentes; cooperativas pioneras en economía circular; y a tener cooperativas que han posicionado a la región como líderes en todo el país en diversos sectores.
Todo esto se consigue con cooperativas bien dimensionadas, para tener más poder de negociación en el mercado y así dar más valor a agricultores y ganaderos por su producción, haciendo además que ese valor añadido se quede aquí y toda Extremadura se beneficie de ello.