Nuestra Señora de Perales se convierte en la cooperativa de primer grado con mayor dimensión de Extremadura

Alcanza facturación récord y duplica el número de personas socias

La cooperativa Nuestra Señora de Perales, de Arroyo de San Serván (Badajoz), es un auténtico ejemplo de cómo los valores cooperativos y la gestión y visión empresarial profesional pueden llevar a una cooperativa a dar la mayor rentabilidad para sus personas asociadas y a ser un ejemplo de éxito en crecimiento, situándose como la cooperativa de primer grado con mayor dimensión en Extremadura.

Los datos de la pasada campaña así lo avalan, al igual que los proyectos empresariales de ampliación de instalaciones industriales y la progresiva incorporación de socias y socios a la cooperativa. “Vamos a cerrar un año 2023-2024 muy positivo, con el mayor resultado económico obtenido hasta el momento, consolidando nuestras líneas de trabajo e incrementando el número de socios”, afirma el gerente de Nuestra Señora de Perales, Miguel Ángel Miranda, quien atribuye este notable crecimiento al esfuerzo y trabajo conjunto de quienes forman la cooperativa.

“Son los mejores resultados de la historia de la cooperativa, tanto por volumen de producción como por beneficio generado -en la cooperativa y en las explotaciones de nuestras socias y socios-. Y esto nos lleva a prever que continuaremos en la misma senda de crecimiento y de resultados exitosos”, añade Miranda.

La cooperativa Nuestra Señora de Perales, fundada en el año 1979 por 55 agricultores, cuenta actualmente con alrededor de 260 cooperativistas de Arroyo de San Serván y de otros puntos de la región, que se esfuerzan diariamente obtener una producción de calidad con la que la cooperativa puede realizar su trabajo. En los últimos cinco años, la cooperativa ha duplicado el número de personas asociadas, que comparten una característica muy positiva: la juventud. “Aquí tenemos relevo generacional, con jóvenes que se incorporan al sector para hacerse cargo de la explotación familiar, que desde la cooperativa hacemos rentable con nuestra actividad. Tienen entre 30 y 40 años, jóvenes formados que apuestan por el sector y a quienes ofrecemos oportunidades”, explica el gerente de la cooperativa Nuestra Señora de Perales.

Ese incremento del número de cooperativistas es uno de los factores clave que se señalan desde la cooperativa para explicar el importante crecimiento registrado y que les va a llevar a cerrar 2023-2024 con una facturación en torno a los 70 millones de euros. “Es como un círculo: damos soluciones a nuestras personas asociadas, a quienes la cooperativa da rentabilidad a su explotación y seguridad a su medio de vida, por lo que realizan inversiones en la cooperativa para crecer y dan un beneficio… y así empezamos a dibujar de nuevo el círculo”, señala Miguel Ángel Miranda.

Esos son los otros factores que han influido en el crecimiento de la cooperativa Nuestra Señora de Perales: las inversiones realizadas y a realizar el próximo año en la actividad industrial de la cooperativa, alcanzan los 20 millones de euros; y la diversificación de dicha actividad, con la incorporación de nuevos cultivos y nuevos cooperativistas.

De este modo, la cooperativa cuenta con una almazara, una fábrica de aceituna de mesa y una bodega de vinos, a lo que se suman nuevas instalaciones para la almendra, instalaciones para el suministro de carburantes y un secadero de cereales, junto a los servicios que dan a sus asociados en la gestión de la PAC, la producción integrada, los seguros o el uso común de maquinaria agrícola, entre otros.

Así, la almazara de Nuestra Señora de Perales, que empezó a funcionar en 2017 con una producción de 4 millones de kilos, ha superado los 43 millones de kilos de aceitunas en la pasada campaña. Un crecimiento de récord que ha hecho que la cooperativa empiece a abordar un proyecto para su ampliación que le permitirá tener capacidad para procesar más de 1,5 millones de kilos de aceitunas al día y llegar a una producción anual que supere los 60 millones de kilos de aceitunas.

Esto ha sido gracias a la inversión económica realizada por las personas asociadas a la cooperativa, a la gestión empresarial llevada a cabo y el trabajo profesional realizado por el equipo técnico de la cooperativa. Las mismas claves son las que han hecho que la bodega de vinos gestione diariamente, durante campaña, más de un millón de kilos de uva o que la fábrica de aderezo de aceitunas cuente con diversas líneas de procesamiento y se haya ampliado con una de cocido aceitunas para 300.000 kilos al día y una planta de fermentadores para 7 millones de kilos, con una inversión total de unos 4,5 millones de euros.

La diversificación en la actividad empresarial de la cooperativa Nuestra Señora de Perales continúa con el secadero de cereales y con el cultivo de almendra, produciendo el año pasado más de dos millones de kilos de almendra con capota y contando con una línea de descapotado y 12.000 metros cuadrados de superficie de secado natural.

La sostenibilidad forma parte del trabajo diario de la cooperativa, que ha instalado placas fotovoltaicas con 600 kilovatios y 300 kilovatios en baterías, teniendo en proyecto además realizar una nueva almazara para el 2025 y unas instalaciones para almacenar más 60.000 toneladas de alperujo.

“Hemos optimizado trabajo y recursos, apostando por la sostenibilidad; hemos dado beneficios a nuestras socias y socios, que al final se transfieren a toda la sociedad; hemos creado empleo de calidad; hemos incrementado la profesionalización de todos nuestros procesos; hemos mantenido nuestro compromiso con el territorio y con el medio ambiente;… y todo nos hace ver que continuaremos en la misma senda de crecimiento en el futuro”, concluye el gerente de la cooperativa Nuestra Señora de Perales.

Nuestra Señora de Perales se convierte en la cooperativa de primer grado con mayor dimensión de Extremadura

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