Entrevista a Miguel Monterrey Vázquez, presidente de la cooperativa Nuestra Señora de Perales, de Arroyo de San Serván
Esta cooperativa nació en el año 1979 con un número inicial de 48 socios fundadores. En la actualidad cuenta con 120 socios. Su Consejo Rector está constituido por 10 agricultores de la zona.
¿Cuáles son los sectores de actividad de esta cooperativa?
Los principales sectores son la vid y el olivar, aunque también se cultivan tomates, maíz y cereales de invierno. Tenemos una facturación anual próxima a los 8 millones de euros. Contamos con una bodega capaz de recepcionar 12 millones de kilos de uva, una fábrica de aderezo de aceituna de 2 millones de kilos, un secadero para recepcionar 10 millones de kilos de cereales al año y producimos 12 millones de kilos de tomate para industria.
Dada la crisis actual en la que estamos inmersos, ¿cómo valora esta cooperativa la integración?
Para nosotros esta es una cuestión fundamental. Es la única forma que tenemos las cooperativas pequeñas de poder salir al mercado con nuestros productos terminados. Por ello, somos socios de Acopaex, Acorex y Viñaoliva, participando activamente en cuantas actuaciones desarrollan estos grandes grupos cooperativos en su ámbito de actuación.
Próximamente van a inaugurar obras de mejora de sus instalaciones, ¿cuáles han sido las últimas actuaciones acometidas?
Desde el año 2003 han sido continuos los proyectos que hemos ido desarrollando. Así, ese año se iniciaron las obras conducentes a la creación de una bodega para uva tinta. En 2005 se amplió la fábrica de aderezo y la bodega de uva tinta. En el año 2007 se reformó la bodega de uva blanca y se amplió la capacidad de la fábrica de aderezo, incluyendo maquinaria más moderna. Este proyecto de expansión y mejora ha culminado, de momento, en este ejercicio 2009, en el que se han hecho mejoras importantes en la maquinaria de selección y deshuesado y relleno de aceitunas verdes. Además se han puesto nuevas máquinas en la bodega, colocando nuevos depósitos de almacenamiento de vino y sustituyendo las antiguas prensas por neumáticas que dan una mayor calidad al producto final. Este último proyecto ha supuesto un montante total de un millón doscientos mil euros.
¿Cómo cree que afecta la actividad de su cooperativa al desarrollo económico y social de su zona de actuación?
Nuestra cooperativa es hace mucho tiempo un motor de la economía local porque hemos ido adaptando los procesos de producción a los cambios y exigencias del mercado, con un gran volumen de inversiones para lograr un alto grado de innovación empresarial. Hemos conjugado nuestra actividad con la integración cooperativa, la innovación productiva, la calidad y el respeto al medio ambiente, primando la mano de obra comarcal y siempre con la vista puesta en la rentabilidad de las explotaciones de nuestros socios.
