Ha invertido 4,5 millones de euros en ampliar su bodega, que cuenta con la última tecnología y una capacidad de transformación de 25 millones de kilos de uva. El esmero en la elaboración de sus vinos “Conde de la Corte” se ha traducido en numerosos premios internacionales por su calidad
22 de noviembre de 1977. Esa es la fecha en que se firmó el acta de constitución de la cooperativa Santa María Egipciaca, de Corte de Peleas (Badajoz). Cumple 40 años, que es aproximadamente la edad media de su actual consejo rector, y presume de una moderna bodega y de una gran calidad de sus vinos, que se ha traducido en numerosos importantes premios internacionales.
Un total de 31 socios iniciaron la actividad de la cooperativa Santa María Egipciaca-Bodegas La Corte, superando actualmente la cifra de 250 viticultores socios, que aglutinan unas 2.300 hectáreas de viñedo en toda la comarca. Como muchas cooperativas, su constitución se basó en la intención de defender su producto. “Se unieron para ganar fuerza y que eso les permitir defender y dar más valor a su producción, obteniendo mayor rentabilidad de su producto”, explica el gerente de esta cooperativa, Ildefonso Rodríguez.
Por entonces, la cooperativa sólo elaboraba vino blanco. En estos 40 años, el cambio experimentado en la cooperativa ha sido radical, contando actualmente con la última tecnología del sector en una bodega automatizada, que además ha ampliado su capacidad de transformación.
Para ello se han invertido 4,5 millones de euros en los últimos tres años, en los que se han desarrollado diversos proyectos para mejorar las instalaciones de la bodega y ampliar su capacidad en un 25%, por lo que la cooperativa Santa María Egipciaca puede transformar hoy 25 millones de kilos de uva, de los cuales unos 12 millones de kilos son de uva tinta y 13 millones de kilos son de uva blanca.
“Ahora es como si tuviésemos dos bodegas diferentes en una”, señala Rodríguez, aclarando que la zona de elaboración de vinos blancos está totalmente separada de la bodega que elabora los vinos tintos, de forma que la uva se recepciona por tolvas diferentes y va por conductos diferentes a sus depósitos, teniendo incluso dos básculas también.
A este aumento de capacidad de transformación se suma la importante inversión realizada en la modernización de las instalaciones y del proceso de elaboración del vino, que se encuentra totalmente automatizado y conectado por control remoto a través de internet, para poder solucionar cualquier problema y controlar todo el proceso desde que la uva entra en la tolva hasta que el vino sale embotellado.
“Todo va enfocado a lo mismo: mejorar la calidad del producto final y que nuestros consumidores cuenten con todas las garantías sanitarias”, señala el gerente de la cooperativa Santa María Egipciaca, quien destaca también la ventaja que supone todo ello en ahorro de costes y tiempo, puesto que se pueden manejar así varios procesos al mismo tiempo. Junto a ello, la bodega usa el sistema Ganimedes para elaborar sus vinos tintos, lo que implica menos tiempo y más capacidad de entrada de uva. Se trata de una tecnología de vinificación de fácil gestión, basada en la explotación del dióxido de carbono que se desarrolla naturalmente durante el proceso de fermentación.
Todo este cuidado en la elaboración de sus vinos se ha traducido en numerosos premios que la cooperativa Santa María Egipciaca ha ido cosechando en los últimos años, con un Baco de Oro a su vino blanco joven, una Medalla de Plata de Tempranillos al Mundo a su tinto joven y una Medalla de Oro Nueva York a su tinto crianza. Aunque hay muchos más, como premios Espigas y Mezquitas, a los que se suma el último reconocimiento en el Museo del Vino en Almendralejo al mejor vino tinto joven de Extremadura, otorgado por cata popular.
“Conde de la Corte” es la marca insignia de esta cooperativa de Corte de Peleas, un vino con Denominación de Origen Ribera del Guadiana del que se embotellan entre 10.000 y 15.000 botellas al año entre vino tinto joven, vino blanco joven y vino tinto crianza.
A esto se suma “Vinos de la Corte”. Vinos tinto y blanco que se comercializan en formato bag in box de 3, 5 y 15 litros fundamentalmente en el mercado nacional, del que vende unos 150.000 litros anualmente. Ahora esta línea se ha ampliado con otra de vino tinto roble en 3 litros con la marca “Garanda”.
Precisamente esta última marca es otro de los proyectos en los que se encuentra inmersa la cooperativa, con la visión puesta en los mercados internacional donde ya venden su vino a granel, toda vez que el formato bag in box permite mayores ventajas para su transporte.
“La ventaja con la que jugamos es la calidad de nuestro producto”, afirma el gerente de la cooperativa Santa María Egipciaca, quien explica que esa buena terminación de los vinos, que comercializa fundamentalmente a granel, “es lo que nos ha permitido desarrollar y ampliar la bodega para tener lo que hoy tenemos”.
Así la cooperativa Santa María Egipciaca ha llegado a celebrar el 40 aniversario de su constitución, erigiéndose hoy en una cooperativa moderna, con una importante visión empresarial y un fuerte arraigo con su territorio, apostando por su desarrollo y economía de su comarca.