Su primera campaña fue en 1998, duplicando las previsiones de producción y de socios. Con capacidad para 5 millones de kilos de fruta, esta cooperativa ha sido fundamental la economía y el empleo de su zona
“Un año después de construir FRUTAEX tuvimos que ampliarla porque el número de socios y de producción se duplicó respecto a las previsiones” Así es cómo Francisco Gajardo, que fue primer presidente de FRUTAEX, explica la primera campaña de esta cooperativa, en el año 1998 y de la que ahora se cumplen 20 años.
FRUTAEX es una cooperativa que cuenta con una central frutícola con capacidad para 5 millones de kilos de fruta, situada en la carretera de acceso a la presa de Montijo, en Mérida y muy cerca de las localidades pacenses de Calamonte y Arroyo de San Serván.
Melocotón, nectarina, pera, paraguayo y ciruela son las producciones de sus agricultores socios, si bien también cuenta con productores de tomate, que llevan su producción directamente a industria a través de Acopaex, el grupo cooperativo de segundo grado al que pertenece FRUTAEX y a través del que esta cooperativa comercializa su fruta y exporta a distintos mercados, principalmente a Europa además de a Canadá y Emiratos Árabes entre otros muchos países.
“El gran logro de FRUTAEX es dar una importante estabilidad al sector de la fruta en toda esta zona”, señala el actual presidente de FRUTAEX, Maximino Riola, quien recuerda además que la mayoría de las explotaciones de los socios de la cooperativa tienen un carácter familiar.
“Antes de que se creara FRUTAEX, había miles de kilos de fruta que se quedaban en el campo sin recoger porque no era rentable debido a los bajísimos precios que se paga al agricultor. Y eso fue lo que nos unió, creando así FRUTAEX y haciendo que sector crezca y mejore; y con él, toda la zona”, agrega Riola.
La central frutícola de la cooperativa se construyó en el año 1997 por iniciativa de 41 fruticultores, que fueron sus primeros socios. Hoy son 71. La primera campaña fue la del año 1998 con una estimación de producción de 700.000 kilos que finalmente se duplicó y llegó a 1,8 millones de kilos por el incremento del número de socios.
“Los fruticultores de la zona vieron la rentabilidad que suponía la cooperativa para su producción, se unieron a FRUTAEX y eso nos llevó a una ampliación de las instalaciones tan sólo un año después de ponernos en marcha”, afirma Francisco Gajardo.
Fue la primera de las dos ampliaciones que ha llevado a cabo FRUTAEX en sus instalaciones. La segunda fue en 2006, para tener con ello mayor capacidad de recepción de fruta debido a que en la campaña anterior su producción fue de 4,6 millones de kilos. Todo ello le ha permitido poder contar hoy con maquinaria de última tecnología y una alta capacidad de producción, que les brinda la posibilidad de seguir incorporando nuevos socios a la cooperativa.
Y es que el sector tiene muchas esperanzas puestas en el “Plan Estratégico Sectorial de la Fruta Dulce” promovido por el Ministerio de Agricultura, que le permita salir de su actual crisis estructural, motivada por el exceso de plantaciones, el mercado y la poca rentabilidad para el agricultor, a lo que se suma el relevo generacional.
Estabilidad y empleo para la zona
FRUTAEX ha sido fundamental para el sector frutícola, dándole estabilidad, y para toda la zona en general, por el alto índice de empleo que genera, tanto en la central frutícola, donde trabaja más de un centenar de personas durante la campaña, como en el campo por las distintas labores de poda, entresaque, recogida, etc.“Es el cultivo más social de Extremadura”, coinciden en señalar Francisco Garjardo y Maximino Riola, primer y actual presidente de FRUTAEX respectivamente.