Será en la próxima campaña y a través del acuerdo con Deoleo, beneficiando a todo el sector del aceite en la región. Viñaoliva es ya el primer grupo cooperativo agroalimentario por volumen de negocio en Extremadura
Son 26 cooperativas y más de 9.000 agricultores socios que cultivan con gran profesionalidad y dedicación más de 78.000 hectáreas de vid y olivar, haciendo de Viñaoliva el primer grupo cooperativo agroalimentario por volumen de negocio en Extremadura, con una facturación superior a los 107 millones de euros en el pasado año.
Pero Viñaoliva es mucho más que cifras. “Es un modo de vida”, asegura el presidente de Viñaoliva, José Luis Gordillo, quien explica que “tenemos una característica única bien definida: somos la única cooperativa de segundo grado del Sur de Extremadura que se dedica exclusivamente al secano”.
Así, en la campaña del año pasado esta cooperativa produjo un total de 110 millones de litros de vino, 16 millones de kilos de aceituna, 9 millones de kilos de aceite, 14 millones de litros de mosto y 2 millones de litros de alcohol.
Tanto es así que, entre los próximos proyectos empresariales de Viñaoliva se encuentra el de comercialización de un aceite de oliva virgen extra extremeño con marca Extremadura para su distribución a nivel mundial. Es una iniciativa que se enmarca en el acuerdo de cooperación que Viñaoliva mantiene con Deoleo y que se convertirá en un acuerdo posterior de comercialización, tras la fase de estudios en que se encuentran actualmente ambos grupos empresariales. A partir de ahí, Viñaoliva suministrará a Deoleo su aceite de oliva virgen extra con marca de calidad de Extremadura, relacionándolo además con el medio rural sostenible extremeño.
“Este proyecto impulsará la producción de aceite de oliva virgen extra de Viñaoliva pero es que además, como vamos a crear marca Extremadura en aceite, beneficiará también a todo el aceite de oliva virgen extra de la región, porque lo que vamos a comercializar un aceite de mucha calidad para hacer una marca importante”, explica el presidente de Viñaoliva, quien considera que antes de la próxima campaña de aceite estará en marcha este proyecto.
Exportación
Viñaoliva ya tiene un importante camino recorrido en la comercialización de sus productos, de los que destaca su alta calidad, tal y como atestiguan los numerosos premios recibidos recientemente. Tal es así que durante el año pasado, siete de sus vinos obtuvieron 12 medallas en importantes premios nacionales e internacionales, batiendo todos sus records y dando muestras de la calidad de los vinos de Viñaoliva. De hecho, la cooperativa está continuamente ampliando su gama de vinos dentro de su buque insignia ‘Zaleo’, buscando más calidad y más valor añadido, y recientemente ha lanzado al mercado dos nuevos vinos: Solera y Grácil.
La apuesta de Viñaoliva por el embotellado y exportación de vinos es más que patente, a pesar de las dificultades que supone la comercialización de un producto terminado. “Tenemos redes de comercialización amplias, intentando romper una línea localista y, de hecho, exportamos vino a todo el mundo, porque pensamos que es el camino a seguir”, asegura el presidente de Viñaoliva, quien resalta el importante esfuerzo realizado por la cooperativa en este sentido, llegando a vender un volumen cercano a los cinco millones de botellas de vino anualmente.
Así, Viñaoliva ha remodelado este año su línea de envasado de vino y tiene en proyecto hacer lo mismo con la de aceite. La cooperativa cuenta con una bodega experimental inaugurada en 2008 con envasadora y amparada por la norma de calidad BRC, donde elabora sus vinos Zaleo en depósitos de tamaño reducido y en un entorno de temperatura controlada.
A ello se suma una planta de concentrado única en Extremadura, para elaborar zumo y mosto de uva concentrado, además de una envasadora de aceite y una almazara, certificada con la norma ISO 9001.
Futuro
Viñaoliva dispone además de la única planta gestora de subproductos del Sur de España, con la que transforma en alcohol los subproductos de sus cooperativas socias. Ahora, han ampliado su radio de actividad y han firmado un acuerdo de transformación con Altosa, una empresa productora de alcohol manchega, que se firmó por un año y que ahora se renovará por cinco años debido al éxito y rentabilidad del mismo.
Este acuerdo permite a Viñaoliva recoger subproductos a bodegas pequeñas que no son sus socias para que puedan realizar así su entrega obligatoria a una gestora de subproductos –que debe ser el 10% como mínimo- evitando la pérdida económica que les suponía trasladarlos a una planta en Castilla La Mancha o al realizar esa aportación obligatoria con vino en lugar de con orujo o lías.
Es una muestra más de la importante apuesta de futuro que está realizando Viñaoliva, que tiene claro que su esencia son los agricultores de sus cooperativas socias y que el camino y retos que tiene por delante pasan por su actual gestión empresarial eficiente y por una producción de calidad con la que salir al mercado, que va conquistando poco a poco.