Por su intensidad, causan daños mayores que un pedrisco o helada y las pérdidas en algunas explotaciones superaron el 50% en el olivar, el 35% en el cultivo de ajo, el 80% en higuera y el 90% en el cultivo de la patata
La rigurosidad del verano extremeño ha puesto a prueba la profesionalidad de los productores extremeños, que han debido hacer frente a diversos problemas por las altas temperaturas persistentes durante los pasados meses de mayo, junio y julio y que se suman a los ya generados por la subida de costes de insumos y por la sequía hidrológica que ha imposibilitado regar un gran número de hectáreas de diferentes cultivos.
Las temperaturas de estos meses han batido todos los récords de las series históricas, siendo las máximas registradas en los últimos 30 años, y han provocado daños muy importantes en numerosos cultivos en Extremadura, mientras que el Sistema de Seguros Agrarios no está preparado para cubrir de forma adecuada estos siniestros. Ante ello, Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura propondrá que el Sistema de Seguros Agrarios contemple la cobertura por daños causados en producciones agrícolas y ganaderas debido a las altas temperaturas persistentes, que por su intensidad pueden llegar a ser mayores que los de un pedrisco, inundación o helada, que sí cuentan con una cobertura adecuada.
Esta situación ha provocado que, en los últimos cuatro años, haya descendido un 50% la contratación del seguro de compensación de pastos, cuyas indemnizaciones son mínimas a pesar de una sequía encadenada desde 2021 y sin que compensan los daños reales que han sufrido los ganaderos extremeños.
En el olivar, las altas temperaturas durante la segunda semana de mayo provocaron un fallo generalizado en la floración de los olivos en amplias zonas de Extremadura, causando importantes pérdidas en variedades como la manzanilla. Si bien están aún por cuantificar, los servicios técnicos de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura estiman pérdidas que superarán el 50%, especialmente en zonas de secano.
Esas altas temperaturas persistentes han afectado también el cultivo del ajo, provocando una pérdida de calidad en la producción de forma general en la mayoría de las plantaciones, que se cuantifican en más del 35%.
De la misma forma, el cultivo de la patata se ha visto afectada por las temperaturas registradas en el mes de mayo en Extremadura, que han causado un fallo en el desarrollo del cultivo, provocando que las plantas no tuvieran ni el número adecuado de tubérculos ni el tamaño necesario para su destino a industria. Las mermas estimadas por Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura son superiores al 50% de forma general y alcanzan el 90% en algunas explotaciones.
También se han registrado daños por quemaduras en fruta, siendo más intensos que en años anteriores y especialmente registrados en el cultivo de la ciruela. Este riesgo no está cubierto por el Sistema de Seguros Agrarios, como tampoco lo está los daños en el desarrollo anómalo de la producción que se han registrado en los cultivos de nectarina y melocotón y que han provocado pérdidas superiores al 30 % en algunos casos.
Las altas temperaturas registradas entre mayo y julio han generado daños muy importantes en el cultivo del tomate para industria, que han alcanzado el 80% en algunas explotaciones, si bien el daño generalizado ha superado el 30%.
Junto a todos ellos, otro cultivo muy afectado por las altas temperaturas y sequía ha sido el de la higuera, en el que las pérdidas han sido superiores al 80% en las parcelas de secano y superiores al 40% en las de regadío.
El cultivo de viñedo también se ha visto afectado, del mismo modo que el tabaco, el pimiento o el de maíz. En este último, las mermas estarán por encima del 30% según los cálculos de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura.
Con todo ello se comprueba cómo las altas temperaturas persistentes han afectado de forma importante a los cultivos extremeños, tanto de secano como de regadío, justificando la necesidad de que el Sistema de Seguros Agrarios cubra de forma adecuada los daños provocados por esta situación en las producciones agrícolas y ganaderas extremeñas.
