La cooperativa Santa Marta Virgen estrena un museo que recorre su historia, ensalza sus valores y sorprende al visitante en cada uno de sus rincones
Aunar tradición y modernidad es una de las máximas del trabajo de calidad que realiza la cooperativa Santa Marta Virgen, sita en Santa Marta de los Barros (Badajoz), y que se percibe en cada uno de los rincones de su recién estrenado Museo del Turra, un espacio lleno de innumerables detalles, de trabajo duro, de olores a uva y de toda la historia de la cooperativa que atrapa al visitante nada más entrar.
Una antigua cámara de cine da la bienvenida y proyecta un breve video en el que se cuenta cómo nació la cooperativa y en qué punto se encuentra hoy la empresa, ofreciendo una retrospectiva de su historia, contada por el único socio fundador que queda en la actualidad.
Con esa primera gran impresión, a partir de ahí el Museo del Turra continúa sorprendiendo al visitante en cada rincón, en el que se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. Así, la primera gran sorpresa es el inicio de las siguientes salas del museo, presididas por unos amplios arcos que juegan visualmente con el espacio y que son un claro guiño al pasado minero de la localidad.
El museo se ha construido en antiguos pozos de depósitos en los que caían los restos de la uva una vez extraído el mosto y aún se puede ver en el techo los huecos ahora cerrados y las compuertas por las que los trabajadores sacaban con orquillas esos restos durante la vendimia.
El primer libro de liquidación a los socios de la aceituna entregada a la cooperativa y la maquinaria que se usaba para etiquetar las botellas de vino de forma manual son solo algunas de las detalles del Museo del Turra que dejan boquiabierto a cualquiera que lo visita.
Se puede ver también una sala dedicada al campo con los tipos de suelo de la zona y las variedades de uva y aceituna; la primera botella de vino embotellada por Santa Marta Virgen con marca propia y un racimo de uva pétreo con minerales de ágata uva, aragonito y moscovita. De hecho, la cooperativa proyecta combinar paquetes turísticos con el Museo Geológico Minero de Santa Marta.
En el centro del Museo del Turra, grabado en el pilar central del museo, los nombres de todos socios que pertenecen o han pertenecido a la cooperativa. También hay un punto de información con curiosidades sobre la cooperativa en el que el visitante puede buscarse por sus apellidos y saber si tiene alguna relación con la cooperativa, además de exponerse premios obtenidos, cosechas, etc.
Una muestra más de esa unión entre tradición y modernidad que caracteriza a la cooperativa Santa Marta Virgen, que es hoy una cooperativa de referencia en el sector del vino, la aceituna y el aceite, que respeta su entorno natural de viñedos y olivares para ofrecer productos de la máxima calidad.
Visita el Museo del Turra
Previa reserva de plaza en:
- Tel.:924 690 218
- Correo: info@bodegasantamarta.com
- Sitio web: www.bodegasantamarta.com
Antonio Pablo Fernández Amo, gerente
Es el alma del Museo del Turra, impulsando su construcción en el año 2015 y dedicando mucho tiempo y esfuerzo a dotar de vida este museo, que es hoy una realidad gracias a la contribución y dedicación de todos los socios y trabajadores de la cooperativa. Hoy es el gerente de Santa Marta Virgen y su padre lo fue cuando la cooperativa se fundó, ocupando este puesto hasta que se jubiló.
Toda una vida vinculado al cooperativismo que le hace destacar, por encima de todo, el objetivo del museo: que el socio de hoy sepa de dónde viene, que no olvide que la cooperativa en sus inicios no era lo que es hoy ni todo el esfuerzo realizado por los socios que precedieron a los actuales, muchos de ellos una tercera generación de los que la fundaron.
Toda una vida vinculado al cooperativismo que le hace destacar, por encima de todo, el objetivo del museo: que el socio de hoy sepa de dónde viene, que no olvide que fue de las primeras bodegas en embotellar vino y contar con un enólogo propio, que empezó con 63 socios y que hoy supera los 530 y que ensalza los valores personales de cada socio y las tradiciones, conjugándolas con la innovación y la tecnología.
A ello hace referencia el propio nombre del museo, puesto que ‘turra’ es como se denomina en la zona al pequeño agricultor.