Supone garantizar la continuidad de un sector productivo en el que Extremadura es líder nacional, gracias a la apuesta industrial de las cooperativas de la región
Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura ha destacado hoy el importante y esencial papel del cooperativismo dentro de la economía agraria y el mundo rural, reflejado en la contratación de tomate para industria para la próxima campaña por parte de todas las industrias cooperativas extremeñas.
Estas industrias cooperativas de la región suponen alrededor del 50% de la contratación de tomate en Extremadura, cerrando ayer contratos con las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) por una media de 150 euros por tonelada.
“Esto demuestra la importancia de las cooperativas, como agricultura organizada que somos, y la necesidad de incrementar el asociacionismo por parte de los agricultores y agricultoras en cooperativas, porque es la única solución para que puedan mejorar su capacidad de negociación y su competitividad en un mercado global cada día más complejo”, ha explicado el presidente del Grupo de Trabajo de Tomate para Industria de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, Juan Francisco Blanco.
Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura difundió a principios del pasado mes de diciembre la actualización del estudio realizado por su Grupo de Trabajo de Tomate para Industria sobre costes de producción de tomate para industria en la región, que situaba en 145 euros por tonelada teniendo en cuenta los costes directos e indirectos y que supone un 9,5% más respecto a la campaña anterior.
En este sentido, las cooperativas y OPFHs asociadas a Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura defienden que el precio que perciba el agricultor por su producción de tomate para industria debe permitirle continuar con el cultivo, para que todo el sector tenga futuro, de ahí que considere a la apuesta industrial de las cooperativas como base para mantener a Extremadura como líder nacional en este sector.
“No podemos olvidar que las cooperativas son las empresas de los agricultores y ellos participan en el beneficio de la transformación de las industrias cooperativas. Sí es cierto que el equilibrio debe residir en todas las partes, porque es fundamental para el cultivo del tomate: el sector productor tiene muy claro que las dos partes deben ganar y eso debe tenerlo claro también la industria, y la industria cooperativa lo tiene muy claro”, concluyó Juan Francisco Blanco.