Arroz, fruta y apicultura son algunos de los sectores que han registrado una importante reducción de su producción y para los que se pide, con base en ello, un descenso en su fiscalidad
Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura ha solicitado al Ministerio de Hacienda, a través de la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, la bajada de los índices que se aplicarán a diversas producciones en estimación objetiva de la declaración de la renta del año 2018. El objetivo es adecuar la fiscalidad de aquellos agricultores y ganaderos en estimación objetiva a la realidad de sus producciones.
La federación que aglutina a las cooperativas de la región considera que el año 2018 ha sido, desde el punto de vista meteorológico, positivo para la ganadería e irregular en la agricultura. Las lluvias de final de febrero acabaron con la sequía que se arrastraba de 2017, garantizando la alimentación del ganado y favoreciendo a los cultivos de secano, además de permitir una campaña de riego normal en los de regadío. Pero el largo verano con altas temperaturas no favoreció el correcto desarrollo de las plantas, sin olvidar las tormentas que se registraron. Esta situación se suma a la crisis de precios que sufren diversas producciones y el encarecimiento de determinados suministros.
Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura solicita así la bajada de módulos en el IRPF 2018 de sectores como el arroz, ya que las explotaciones arroceras extremeñas están por debajo del umbral de rentabilidad, viéndose reducida el número de hectáreas cada año, pasando de 29.958 en el año 2009 a 21.636 hectáreas en 2018; o como el sector de la fruta, toda vez que la escasez de faltas de horas de frio provocaron un mal cuajado de melocotones, nectarinas y ciruelas y el exceso de calor llevó a la concentración de la oferta en la misma fecha del año provocando una caída de precios.
La irregularidad meteorológica también ocasionó perjuicios en las zonas productoras de cerezas, generando que la floración y el cuaje fuese excesivo, a lo que se sumaron tormentas que hicieron perder 2 millones de kilos en la cosecha.
El cultivo del brócoli también ha registrado una pérdida del 50% de la cosecha por daños por lluvias, que no son además indemnizables por la falta de adecuación de las coberturas del seguro agrario en este cultivo.
Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura solicita también la bajada de módulos en el IRPF 2018 para la apicultura, que tuvo que recuperar el número de colmenas perdidas el año anterior, haciendo que junto a una primera lluviosa, muchos apicultores renunciaran a la recolección de polen, y la primer cosecha de miel de primavera. Sólo en las mieles de mielada (encina, romero y castaño) el descenso de producción fue del 40%.